“(…) Los europeos pro estadounidenses, como Merkel, el Banco europeo, la prensa reaccionaria internacional ; todos juntos han participado en el „gran golpe‟ que consiste en degradar a todo un pueblo de la categoría de pueblo libre a la de pueblo sometido”
Mikis Teodorakis,
Músico griego [1]
La llamada crisis griega vino a aguar la fiesta. Justo cuando el capital financiero, así como los responsables de la política económica en los centros capitalistas y los organismos financieros multilaterales, se disponían a hacer sonar las fanfarrias, la crisis global entra en una nueva fase tan compleja y perniciosa como las anteriores.
Todavía en su informe de enero del presente año el FMI afirmaba que :
“La recuperación mundial empezó con más vigor del que se había previsto, pero avanza a un ritmo diferente en cada región. Tras la peor desaceleración mundial de la historia reciente, el crecimiento económico cobró solidez y se extendió a las economías avanzadas en el segundo semestre de 2009. Se prevé que en 2010 el producto mundial aumentará en un 4%, es decir, ¾ de punto porcentual más de lo previsto en Perspectivas de la Economía Mundial de octubre de 2009 (FMI, 2010 : 1)”.
La situación de las economías estaba lejos del panorama color de rosa que apuntan estos análisis. La recuperación aunque balbuceaba, era frágil. Si bien algunas grandes economías como Estados Unidos, Japón o Alemania aparentemente habían salido de la recesión en la segunda mitad de 2009, otras continuaban decreciendo durante el cuarto trimestre de ese año como Suecia, España, Italia y Grecia. En este último periodo, la recuperación parecía haberse congelado en Alemania (cuyo PIB creció 0%) ; pero también en toda la zona del euro que registró un avance mediocre del 0.4% en tasa anualizada. La interrupción de la recuperación sucedió también en algunas economías asiáticas como Singapur o Corea del Sur.
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