Introducción
Las elecciones celebradas en América Latina en los últimos años no sólo han afianzado a éstas como el mecanismo idóneo para la formación de gobiernos, sino que también caracterizan un nuevo tiempo político : el arribo de gobiernos que, en términos generales ,podemos denominar
como de izquierda. Países tan disímiles como Venezuela (Hugo Chávez) ; Brasil (Lula Da Silva) ; Argentina (Néstor Kirchner) Uruguay (Tabaré Vázquez) y, más recientemente, Bolivia (Evo Morales) y Chile (Michelle Bachelet) comparten dos rasgos en común. Por un lado, su adscripción a la izquierda del espectro político ; por el otro, el “miedo” que provoca(ro)n no sólo a los grupos y clases políticas tradicionales sino también a las organizaciones empresariales más influyentes, de cada país. De hecho, con excepción de algunos casos particulares, la mayoría de esos ‘temores’ han resultado exagerados y sin sustento, siendo los gobiernos de la Concertación en Chile, el caso paradigmático de este fenómeno. Evidentemente, la situación en esos países no es propiamente la de una “luna de miel” entre gobierno y empresarios, pero tampoco ha significado el caos y la anarquía que se esperaba tras el triunfo de los candidatos a la izquierda del espectro político. Más bien lo que se observa, es la continua búsqueda de una gobernabilidad y una estabilidad que permita a esas naciones resolver problemas heredados de los gobiernos precedentes con tendencias neoliberales.
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