El autor analiza la llamada nueva economía, basada en las tecnologías de la
información y las telecomunicaciones, así como la relación de este fenómeno con
la expansión larga de la economía estadounidense de los años noventa y con la
desaceleración productiva iniciada a finales de 2000. El autor sostiene que la nueva
crisis de la economía norteamericana tiene su origen en desequilibrios originados
por la aplicación de las nuevas tecnologías y por el hecho de que la nueva
economía se desenvuelve en el marco de un nuevo régimen de acumulación con
dominación financiera altamente inestable. (suite dans le document joint)